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Diga “No” al maltrato de animales Título Original: Destruyendo La Propiedad Ajena por Pablo E. Viera Destruir la propiedad ajena es un delito grave. Lamentablemente, hay gente que causa grande destrucción a la propiedad ajena, sin tomar en cuenta las consecuencias que tengan que enfrentar. Lo más preocupante es que aún hasta la vida se puede perder, tan solo por el intento. Aunque este asunto abarca muchos temas, solamente me limitaré a hablar lo que está relacionado con los animales. Hay muchos animales que han sido domesticados, tales como el perro, el gato y el caballo (la lista es extensa). Y lo que muchos ignoran es que ellos (como los demás) también tienen el derecho a un buen trato. Hay personas con un concepto muy alto de sí mismos, y se colocan en el pedestal se la superioridad. Lamentablemente, muchos de ellos no quieren pensar en los derechos de los demás, y en este caso, en el derecho de los animales. Tristemente vemos en las noticias, con demasiada frecuencia, las atrocidades que se cometen en contra de los animales. Muchos de estos pobres e indefensos animales mueren al ser objeto de torturas y todo tipo de barbaridades. La Biblia habla de los animales y de los seres humanos. En Génesis 1:20-30 se establece que Dios es el Creador de todos los seres vivientes (humanos y animales). Sin embargo, sólo el ser humano fue creado a la imagen y semejanza de Dios. El ser humano, además, tiene la promesa de la vida eterna. Vea las citas bíblicas a continuación: • Génesis 1.26-27 (Reina Valera 1960): Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. • 1 Pedro 1.9 (Nueva Traducción Viviente): La recompensa por confiar en Él será la salvación de sus almas. El dominio y la mayordomía de Adán sobre los animales queda demostrado por el hecho de que él le puso nombre a los animales. • Génesis 2.19-20a (Biblia Dios Habla Hoy): Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y todas las aves, y se los llevó al hombre [Adán] para que les pusiera nombre. El hombre [Adán] les puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves y a todos los animales salvajes, y ese nombre se les quedó… • Salmos 8.3-9 (Biblia Torres Amat): Yo contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que Tú creaste, y exclamo: ¿Qué es el hombre, para que Tú te acuerdes de él? ¿O que es el hijo del hombre, para que vengas a visitarlo? Lo hiciste un poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y de honor, y le has dado el mando sobre las obras de tus manos. Todas ellas las pusiste a sus pies; todas las ovejas y bueyes, y aun las bestias del campo; las aves del cielo, y los peces del mar que hienden sus ondas. ¡Oh Señor, soberano dueño nuestro, ¡y cuán admirable es tu Nombre en toda la redondez de la tierra! El dominio del hombre sobre los animales aumentó después del gran Diluvio, cuando Dios permitió que los animales fueran utilizados también para comida y sustento a la humanidad. Eso lo leemos en Génesis 9.1-3 (Biblia Dios Habla Hoy): Dios bendijo a Noé y a sus hijos, con estas palabras: “Tengan muchos hijos y llenen la tierra. Todos los animales del mundo temblarán de miedo delante de ustedes. Todos los animales en el aire, en la tierra y en el mar, están bajo su poder. Pueden comer todos los animales y verduras que quieran. Yo se los doy”. Aunque Jesús dijo que las personas tienen más valor (o sea, que valen más) que los animales (Mateo 6.26), esto en ninguna manera da licencia para maltratar a los animales. • Mateo 6.26 (Reina Valera Contemporánea): Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas? • Salmos 50.10 (Biblia de Nuestro Pueblo): Porque son Míos todos los animales del bosque, y las bestias de las altas montañas. Aunque los seres humanos tienen el derecho del dominio sobre los animales, ya que Dios mismo lo ordenó así, sin embargo, Dios no tolera ni acepta el maltrato o el abuso en contra de los animales. Tristemente, eso es lo que vemos con tanta frecuencia en este mundo. Si el Lector maltrata a los animales, Dios le dice que deje de hacerlo ya. Es necesario e importante que entienda que ellos son propiedad ajena, o sea, son propiedad de Dios. ¡Él te llamará a cuentas! |