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| 2016 Jose Viera Publications |
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| Si preguntamos: "¿quién es santo?", la gran mayoría de las personas guardarían silencio o simplemente dirían: "¡Nadie es santo!". Si nadie es "santo" entonces "nadie" entraría al reino de los cielos, porque "sin santidad" nadie verá al Señor (Hebreos 12.14; 1 Pedro 1.16), y todos somos pecadores por naturaleza. La confusión existe porque desconocemos el verdadero significado de ser santos o de vivir en santidad. En la Biblia hay muchísimas referencias bíblicas donde leemos que los creyentes en Cristo son llamados "santos". Un ejemplo de esto es Hebreos 3.1: "Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús". Somos "santos", no por nuestros esfuerzos o méritos, sino porque Dios mismo nos ha declarado justos y santos por los méritos de Cristo Jesús. Aunque todavía nos falta mucho para ser perfectos, tenemos una posición establecida en Cristo, quien nos va santificando, mientras vamos fortaleciendo nuestra unidad con Él. Lecturas Adicionales: • Romanos 6,22 (RV1960): Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. • 2 Corintios 7,1 (RV1960): Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. • 1 Pedro 3,10-12 (RV1960): Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. |
