-
©®1996-2016 TODOS los derechos reservados. ALL rights reserved!
PO Box 64231, Souderton PA 18964 USA
-
2016 Jose Viera Publications
| Inicio | Principio del Artículo | Otros Artículos | Publicaciones | ¿Quién es José? | Contacto |
Escrito por José M. Viera
©®1996-2016 Todos los derechos reservados.
ALL rights reserved.
w w w . j o s e v i e r a . c o m
No piensen por mí:
“Yo puedo pensar por mí mismo”
por José M. Viera

— “No piensen por mí: ¡Yo puedo pensar por mí mismo!” Dios me dio una
mente para que yo la usara. No necesito que otros piensen por mí. Fui
creado libre, con la capacidad de escoger entre el bien y la maldad. No
necesito que otros definan mi individualidad, ni mi espiritualidad. Soy el ser
que Dios creó, y quiero vivir de esa manera...”

—No hablen por mí, porque no saben lo que hay en mi corazón. Dios me dio
una boca para hablar; puedo expresar mis propios pensamientos, no lo
hagan por mí. Tengo ideas, pensamientos y opiniones. No tienen que ser
semejante a las tuyas, para que tengan valor; no tengo que pensar de la
manera que piensas, para estar bien. Soy el que soy, la persona que Dios
creó. No tengo que ser una copia tuya ni tu duplicado. Soy único en la
creación, también lo eres tú: por lo tanto, respetemos nuestra individualidad
y seamos originales, porque así nos creó Dios. —

— Me regocijo en saber que Dios me creó único y especial. Puso mucha
atención a los detalles de mi vida. Me dio dones y talentos, y me revistió con
una gracia única. No tengo que ser como los demás para ser aceptado por
Él. Creo en Dios, mi Salvador y Señor, no porque me lo han demandado o
exigido. Creo en Él porque con Él estoy completo, salvo y seguro. Sin Él
nada soy, pero con Él sé quién soy. La religión no tiene poder para
cambiarme ni mucho menos para pensar por mí. Mi vida es el resultado o
producto del amor de Dios; y la forma en que me conduzco es una expresión
de mi amor y gratitud hacia Él. Nadie puede decirme que soy salvo o
espiritual; nadie puede tildarme o mancharme con sus palabras. Dios sabe
qué y quién soy, y eso me es suficiente. Nadie tiene que pensar por mí;
nadie tiene el derecho de vivir su vida a través de mí. Mi relación espiritual y
mi diario caminar con Cristo es asunto mío y de nadie más.—

—Mis palabras a simple vista pudieran ser clasificadas como arrogantes o
desafiantes, pero no lo son. Ellas expresan mi libertad en Cristo. He llegado
a comprender que Cristo es mi todo. Aunque necesito el calor, el amor y la
comprensión de mis hermanos en la fe; no estoy perdido sin esas cosas. Voy
a la iglesia (o, templo) NO para encontrar mi lugar en Cristo SINO porque ya
lo tengo. NO necesito la aprobación del hombre para sentirme completo o
feliz; mi aprobación y testimonio vienen del Santo Espíritu de Dios, que da
testimonio a mi corazón de quién soy. Tengo al Espíritu de Dios, mi Guía y
mi Maestro por excelencia, que me enseña todas las cosas.

—Él ha puesto en mi camino a muchas personas, que de una forma u otra,
me enseñan, me instruyen, y me ayudan en mi caminar con Cristo. Pero aún
así, ellos no piensan por mí, porque yo puedo pensar por mí mismo. En otras
palabras, ellos son los instrumentos de Dios para ayudarme en mi vida
espiritual y NO para controlar mi vida espiritual. ¡Hay una gran diferencia
entre las dos!

—Le doy gracias Dios por las personas que han llegado a mi vida. Muchos
me han ayudado a crecer, me han dado palabras de aliento, y han orado en
gran manera por mí. He recibido enormes beneficios espirituales por la
influencia positiva que esas personas han tenido sobre mí. ¡Es una tremenda
bendición tener en nuestra vida a personas así!

—Por otro lado, también han habido otras personas en mi vida, incluyendo a
líderes religiosos, que simplemente han pensado que pueden manipularme y
controlarme. Muchos de ellos han llegado a comprender que ya no pueden
pensar por mí: no tienen ningún poder sobre mi vida. Otros todavía no lo
entienden, y por supuesto, yo no puedo pensar por ellos. Esto es algo que
ellos mismos tendrán que aceptar, tarde o temprano.

—Comparto estas palabras contigo para que seas bendecido. Dios te ha dado
una mente y un corazón para pensar. No dejes que otros lo hagan por ti.
Para que tu “religión” tenga valor y significado, tienes que primero entender
y comprender lo que haces o crees. Muchas veces “hacemos algo” o
“dejamos de hacer algo” simplemente porque eso es lo que esperan de
nosotros. Sin embargo, no entendemos ni apreciamos lo que estamos
haciendo o dejando de hacer.

—Mi vida cristiana tiene que tener un significado personal para mí, y no
necesariamente para otros. Hay personas que siempre quieren controlarnos,
y utilizan un sinnúmero de tácticas para ejercer su influencia sobre nosotros.
Ellos quieren pensar por nosotros, quieren hablar por nosotros y quieren
decidir por nosotros. Es como si quisieran vivir su vida en nosotros y por
nosotros. Si permitimos esto, nunca seremos felices en esta vida; y nuestra
libertad en Cristo nunca será manifestada en su plenitud. Tenemos que
entender que en nuestra vida personal con Cristo no hay lugar para tres
personas: ¡solamente Dios y nosotros!

Lecturas de Reflexión:
• Gálatas 1:6-7 (Reina Valera 1960):
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por
la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro,
sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de
Cristo.  

• Gálatas 3:1-3 (Reina Valera 1960):
Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a
vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre
vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis
el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois?
¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?  

• Gálatas 5:7-9 (Reina Valera 1960):
Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta
persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda
toda la masa.